Identifica tu ventaja competitiva
Una ventaja competitiva es una ventaja en algún aspecto que posee una empresa ante otras empresas del mismo sector o mercado, y que le permite tener un mejor desempeño que dichas empresas y, por tanto, una posición competitiva en dicho sector o mercado.
Algunos aspectos en los que una empresa podría tener una ventaja competitiva son el producto, la marca, el servicio al cliente, el proceso productivo, la tecnología, el personal, la infraestructura, la ubicación, la distribución, etc.
Por ejemplo, una empresa podría tener una ventaja competitiva en los siguientes casos:
- al contar con un producto único e innovador difícil de imitar por la competencia, que le permite diferenciarse o distinguirse de esta.
- al contar con una marca de gran valor que le permite que cualquier producto que lance al mercado tenga una buena acogida.
- al contar con un proceso productivo eficiente que le permite producir los mismos productos de la competencia, pero a un menor costo.
- al contar con un tipo de tecnología que le permite producir productos con un mejor rendimiento que los de la competencia.
- al contar con personal altamente calificado que le permite tener una alta productividad o brindar un excelente servicio al cliente.
- al contar con una patente que le permite explotar un determinado producto sin preocuparse porque la competencia también lo haga.
- al contar con un sistema de información que le permite tomar y procesar rápidamente los pedidos del cliente, y brindar así una rápida atención.
- al contar con una moderna infraestructura que le permite que sus empleados trabajen y sus clientes sean atendidos en un ambiente cómodo y acogedor.
- al contar con una ubicación estratégica que le permite que sus clientes puedan ubicarlos y visitarlos fácilmente, o que sus proveedores puedan abastecerlos oportunamente.
- al contar con un sistema de distribución eficiente que le permite que sus productos lleguen a varios puntos de venta, en condiciones óptimas y en el momento oportuno.
Una empresa podría tener diferentes ventajas en diferentes aspectos ante otras empresas competidoras, pero para que una ventaja sea considerada como competitiva, es necesario que cumpla con los siguientes requisitos:
- permitir un mejor desempeño: debe permitirle a la empresa tener un mejor desempeño que el de la competencia; por ejemplo, mayores ventas, un mayor margen de ganancia, un mayor número de clientes fidelizados, etc.
- permitir un aumento de la rentabilidad: debe permitirle a la empresa tener un aumento de la rentabilidad que por lo menos llegue a ubicarse por encima de la rentabilidad promedio del sector o mercado.
- ser sostenible en el tiempo: debe ser capaz de mantenerse en el mediano o largo plazo; por ejemplo, una tecnología capaz de adaptarse a los cambios del mercado y no una que quede rápidamente obsoleta.
- ser difícil de alcanzar o igualar: debe ser difícil de alcanzar o igualar por la competencia; por ejemplo, un producto difícil de imitar por la competencia debido a sus componentes únicos.
La idea del concepto de la ventaja competitiva es que una empresa debe buscar constantemente obtener una, mantener aquella o aquellas que ya posee, y aprovecharla al máximo, si es que quiere lograr un mejor desempeño que las demás empresas competidoras, y tener así una posición competitiva en el sector o mercado.
Existen diversas formas de obtener una ventaja competitiva, pero las dos principales son buscar un liderazgo en costos (una ventaja comparativa o ventaja en costos), y buscar una diferenciación (una ventaja diferencial):
- Buscar un liderazgo en costos: consiste en buscar tener los costos más bajos del mercado (por ejemplo, creando procesos más eficientes o simplificando el diseño del producto), con el fin de poder ofrecer precios más bajos que los de la competencia.
- Buscar una diferenciación: consiste en buscar ofrecer algo único, original y novedoso (por ejemplo, un producto con un mejor rendimiento o una mayor durabilidad que los demás), con el fin de poder diferenciarse o distinguirse de la competencia.
Para ser y mantenerse competitiva, una empresa debe buscar constantemente obtener una ventaja competitiva, aún cuando ya posea una o más de una; pero también ser consciente de aquella o aquellas ventajas competitivas que ya posee, esforzarse por mantenerla y aprovecharla al máximo.
Mantener una ventaja competitiva podría significar reforzar dicha ventaja hasta hacerla más duradera y significativa; por ejemplo, si una empresa tiene como ventaja competitiva a su fuerza de ventas, mantenerla podría significar buscar nuevas y mejores formas de capacitarla.
Mientras que aprovechar al máximo una ventaja competitiva podría significar procurar obtener el máximo beneficio de esta; por ejemplo, si una empresa tiene como ventaja competitiva una alianza con un socio estratégico, aprovecharla al máximo podría significar buscar nuevos acuerdos con dicho socio; o si tiene como ventaja competitiva a su sistema de distribución, aprovecharla al máximo podría significar utilizar dicho sistema para vender otros productos complementarios a los que ya vende.
Finalmente, aprovechar una ventaja competitiva también podría significar convertir dicha ventaja en una oportunidad de negocio; por ejemplo, si una empresa tiene como ventaja competitiva el conocimiento y la tecnología necesarios para elaborar un producto que ya existe en el mercado, pero con una mayor calidad, aprovechar dicha ventaja podría significar lanzar dicho producto al mercado.