De manera análoga y desde una perspectiva de entes, así como el comportamiento humano esta relacionado con el paso del tiempo, lo mismo sucede con las empresas y se pueden identificar fases como: el de la adolescencia, la juventud, la madurez, la veteranía y la ancianidad.

Estrictamente desde una perspectiva cronológica, las empresas también evolucionan en el tiempo, desde nuestra experiencia identificamos cuatro etapas principales: La introducción, el crecimiento, la madurez y el declive. Cada una de ellas tiene sus características, retos, oportunidades y dinámica, de ahí la importancia de todo empresario ubicar adecuadamente la fase que experimente en el Ciclo de vida de las empresas para tomar decisiones asertivas y responder adecuadamente a los cambios y tendencias que se producen en su mercado.

No todas las empresas envejecen igual.

Desde una perspectiva “biológica” de la empresa, la dinámica del ciclo dependerá del sector o industria, y puede ser corto, si se ubica en el sector tecnológico por ejemplo, medio, si se desempeña en la industria de servicios, o largo, excepcionalmente. Definitivamente, el tipo de sector o industria es muy importante y puede alterar significativamente las fases cronológicas del ciclo de vida de la empresa, por lo que también no debemos perderlo de vista a la hora de identificar nuestra ubicación en el ciclo de vida de nuestra empresa.

Continuará....